No sabría decir cuántas veces se intentó el proyecto «GFS volumen 2»; cada uno con su nombre y todos cerca de cerrarse. Colecciones de canciones que ahora duermen en el escritorio porque su fecha de hartazgo llegó antes que su fecha de publicación. Durante casi diez años lo intentamos intermitentemente. Hasta ahora. Tras asesinar decenas de temas y salvar algún otro contra mi voluntad (Quid divínum, por ejemplo, lleva escrita cerca de quince años), finalmente los astros se alinearon y la flor de lis puede soltar vapor. Por aquí lo llamamos hardcore. Es el trabajo más esencial que existe. One turntable and two mics, como decía Buckshot, pero al revés. En la fecha en la que estamos ya no es tan fácil hacer algo tan ortodoxo y a la vez tan simple y raro. Supongo que será para un público pequeño. Por ello, como decía Juan Ramón, está dedicado a esa inmensa minoría.

Gracias a todos los que han puesto su granito de arena para culminar esto, especialmente a Luisoko, que ha mezclado y masterizado todo hasta hacerlo sonar como un cohete y no precisamente porque se lo pusiéramos fácil. Es un honor seguir compartiendo música con estos dos ARTISTAS en mayúsculas, orgánicos, sui géneris y espectaculares. Gracias por aguantarme, que también es un trabajo por el que se debería cotizar. Aquí está, para todos los que quieran abrir las orejas, la esencia del rap que aprendimos de pequeños y que ahora ejecutamos de mayores. Bienvenidos a la flor de lis. Podrán llevársela a casa gratuitamente. Cuídenla y denle tiempo y agua. Ya verán que merece la pena. Gracias.